viernes, abril 29, 2005

guia del guacho pulenta

nº 1. Tener un celular por supuesto, pero de los que se abren con la tapita. Si es a color mejor.
nº 2. Cuando reciba una llamada, trate de introducir su mano restante en el bolsillo y caminar, aunque sea en círculos.
nº 3. Cada tanto sacar la mano del bolsillo y estirar el brazo de forma perpendicular con el torso, de modo que la gente a su alrededor note que usted no solo está hablando por celular, sino que además habla de algo importante.
nº 4. Los lentes de sol y el gel en el pelo son de gran utilidad.
nº 5. Aunque no trabaje, intente vestir zapatos y pantalón de vestir.
nº 6. Lleve siempre consigo una agenda de diseño descente (no la de pascualina, una empresarial), pero ojo, esta no puede ser de las angostitas que tienen 4 renglones por día, trate de que su agenda sea tamaño cuaderno y posea colores oscuros como azul o negro, como su pantalon de vestir!!
nº 7. Una camisa blanca y corbata negra o gris lo dejan a usted muy bien parado.
nº 8. Cuando termine de decir lo que tenga que decir por teléfono, escriba mensajes sms. Nota importante: nunca carge su celular con las dos manos, siempre con una como "desinteresadamente", recuerde que a usted "no le importa si se le rompe su celular porque de todas formas puede comprar millones como ese". Mentalícelo aunque no sea la verdad.
nº 9. Cuando finalize de hablar y escribir mensajes, comprese una lata de bebida energizante y tómela con aire de superación y de frescura así la misma sea un verdadero asco. La coca-cola era la antigua bebida 'cool' pero desde que venden esa botella tamaño bar, definitivamente usted no quedará como un real cheronca, a la gente le parecerá que se la apropió de manera indebida de la mesa de La Pasiva.
nº 10. En su aparato musical portable (reproductor de mp3, discman, walkman, espika con auriculares) intente sintonizar melodías punchi punchi, esto le ayudará a aparentar que usted se encuentra por las calles de londres o new york y no donde en realidad está que es en 18 y yaguarón haciendo cola para laburar de cadete de una librería de mala muerte por 2900 pesos. Nominal.

lunes, abril 25, 2005

Autitos

En la facultad pidieron algunas líneas de lo que nos habían parecido algunos cortos de The Hire, un gran video institucional de los automóviles BMW que vimos en clase. Son unos cuantos, pero nosotros solo vimos 4: Star de Guy Ritchie, Beat the devil de Tony Scott, The Follow de Wong Kar-Way y Powder Keg de Alejandro González Iñarritu. Por si a alguien le interesa, esto es lo que voy a entregar:

Tratándose de videos institucionales de tan corta duración no se podía exigir demasiado a la hora de analizar las historias en sí. Lo que sí se puede apreciar (y cómo) es la manera en que contaron esas historias. Y si, cuantiosas sumas de dinero deben haber sido invertidas en el producto. Más allá de su redituabilidad a la empresa, creo que si vale la pena como producto artístico. Como no me van las explosiones hollywoodenses ni los japoneses retorcidos, debo decir tal vez que Star y Powder Keg fueron de mis favoritas. Star de Guy Ritchie (que considero fue la mejor) la disfruté bastante porque, mas allá de su humor a veces no tan elocuente, crea momentos algo particulares jugando con las tomas de cámara como por ejemplo: dentro del auto, detrás de la rueda acelerando por el asfalto, delante del auto, etc. La edición en otras películas de este director es realmente apreciable (sobretodo en Snatch y en Juegos, trampas y dos armas humeantes), y Star no es la excepción; no puedo sino acordarme del momento del salto del auto y la música de Vivaldi en cámara lenta, y claro, de los saltos de Madonna dentro del auto haciéndolos de alguna manera reales, continuados y por qué no, dolorosos. Además, el arte me gusta (grises, negros y azules oscuros) y el lujo me cae bien (gente de traje y corbata, lentes negros, fama y autos caros).
El último corto, Powder Keg, del mejicano Gonzalez Iñarritu, muestra algo que el director adquiere como elementos constantes en sus películas (Amores perros, 21 gramos); algo de "suciedad" en la imágen que impregna de crudeza y realismo a las escenas. Otro elemento es lo estable y bien contada que está la historia, creo que de las que vimos de The Hire debe ser probablemente el mejor relato, pero insisto, me quedo con el lujo inglés.

(lo tengo que entregar este miercoles, si a alguien se le ocurre algo avisen, pero miren que no me puedo ir por las ramas... 20 líneas)

Perdón por la tardanza

Este tema lo saco porque hace mucho que no escribía aca, y de alguna manera, el "fallarle" a algo en su momento parece producir que a uno "le fallen" en otros. Pasaron varias cosas en estas semanas de blogausencia, ni hablar de detallarlas. Lo que si me llama la atención y no tengo problema en decir es la falta de profesionalismo de vida que tienen la mayoría de la gente. El otro día con unos amigos nos autonombramos "profesionales de la vida", ¿qué nos adjudicó este título? Entre otras cosas, el conocer el malambo de modo de no quedar en orsai (es offside muchachos... offside). Para no dar más vueltas, el profesionalismo de vida te lo da el conocimiento de numerosas cosas. Pero no hablo de libros, películas y mierdas, nada de cultura, simplemente un saber de vidas, de gente, de actitudes y valores.
La vida no se toma más en serio.

---luego de ese párrafo había escrito unas 20 líneas puteando cosas de gente que no me banco, pero saben qué, me arrepentí. Ustedes no se pierden de mucho y yo no quedo mal con nadie, de paso saco un 1% de negatividad y puteadas de mi blog y por qué no, de mi cabeza---

Alégrense, el tío darko volvió un rato más.

jueves, abril 07, 2005

niño deja de joder con la pelota


Alguien dijo alguna vez que en realidad los niños eran criaturas muy sádicas y despiadadas, pero que su tamaño les impedía llevar a la práctica la totalidad de su sadismo. Y que? ustedes no están de acuerdo? cuando caminan con sus ruidosas mochilas haciéndolas saltar por las baldozas de zonas céntricas. Eso es autismo puro, es no tener consideración por los nervios y oídos ajenos, es que no se dan cuenta las considerables sumas que debemos pagar a nuestro analista para remover solo un poco las graves neurosis que esas rueditas nos ocasionan.

Ellos saben lo que hacen. Se coordinan, conspiran contra la sociedad adulta, que debe trabajar día a día para sustentarlos. Y no es un trauma por la película de Christopher Reeve y los nenes que se le ponen los ojos amarillos y te hacen lo que quieren (El pueblo de los malditos creo que se llama). No, es solo una apreciación de la realidad. Como cuando estamos en un MacDonald's o en un parque o en un shopping o en cualquier lado que puedan estos seres corretear libremente, y vamos caminando o lo que sea que estemos haciendo, en paz, tranquilidad, es decir, en armonía con el universo... cuando de repente, paf! sentimos un golpe por detrás y es un niño que corriendo, y mirando para cualquier lado, nos choca y cae, producto de su torpeza sumada a nuestra masa muscular. Y claro, llora, como si nosotros fuesemos los culpables de su desgracia. Acto seguido se nos acerca un padre, madre o tutor, que nos acecha con mirada amenazante y se va preguntandole si se encuentra bien. El si, pero... y si yo no me encuentro bien? a quién le importa? No es que sea Ignatius O'Reilly... pero y si mi fisionomía se alteró en algun punto con ese golpe que surgió de imprevisto?

Este es un tema que definitivamente no hace falta abordar en su completitud para darse cuenta que en realidad el mundo y sus acontecimientos más significativos están dominados por los niños. Funciones de contralor y dirección son las que a ellos atañen. Así que a los jovenes matrimonios y cónyuges que entre sus planes se encuentra el de engendrar a un ser vivo, tomen precauciones del caso, y por favor, no les compren esas ruidosas mochilas.

domingo, abril 03, 2005

die, die my darling

La otra semana vi 2 películas que valen la pena ser vistas. Una de ellas es "Cómo hacer una película de amor", brasileña, del director José Roberto Torero. El film es una aparentemente rudimentaria sátira de las películas románticas hollywoodenses, sin embargo, Torero nos aproxima metalinguística y podríamos decir esquemáticamente al mundo de la producción de este género cinematográfico. Y nunca mejor dicho "producción", ya que el autor las ve nada más que como productos. Productos masivos que llegan y logran emocionar a casi todos por igual. De este modo, con un narrador omnisciente que va relatando el esquema, dirige un discurso que intenta por momentos advertir al espectador de que la película de amor no es más que un producto lucrativo, insensible y monótono, que maneja un lenguaje irreal pero común al género, pero que a su vez llama a todo individuo que quiera despegarse un poco de su semana (ver post DONT FUCKIN DO IT) haciéndolo ver siempre lo mismo. Me pareció buena película, bien presentados la mayoría de los clichés que hacen al romanticismo americano, con algunos chistes banales pero otros que parecen haber tenido mayor elaboración previa. No aparenta tener como objetivo a grandes cinéfilos, y eso tal vez es lo más rescatable de la obra. Me refiero a que se dirige hacia un público de bagaje cinematográfico medio, y eso hace que uno se afloje y no tenga que estar fijándose en el detalle porque de todas formas el narrador nos lo dirá tarde o temprano. Hace que el público medio crezca en un 1% y la próxima vez no pague para ver lo mismo, sino para ver otra cosa, algo que de verdad lo sorprenda.

La otra película es "Amor: primera parte", argentina, de los directores Alejandro Fadel, Martin Mauregui y otros (2 mas). Cabe remarcar las buenas actuaciones de la pareja protagonista (por suerte no son conocidos ninguno de los dos). Sin ahogar con irreverencias, muestra la algarabía primero y el deterioro después de una relación cualquiera. Cualquiera porque la plantea así, son dos personas cualesquiera, que se encuentran por la vida (pero recién la 4ta vez de cruzarse se enamoran... punto muy favorable del film) se juntan, la vida les sonríe, pero de a poco los puntos en contra se hacen evidentes y hasta quizas rutinarios y la relación va en declive hasta el final. Aunque la película sube y baja por momentos de alegría y tristeza (uno llega a pensar, pero pucha, que cagada), mi conclusión es que plantea una pseudo teoría del amor, desde una mirada lúdica y juvenil, que por supuesto escapa a toda seriedad documental. Rescato sin duda algunos flashbacks y algunos paréntesis que se muestran (dibujos de un hombre y una mujer y una voz de enciclopedia explicando las reacciones químicas que se generan en el cuerpo humano a la hora del enamoramiento, la penetración, la separación y demás) dentro de momentos específicos. Creo que esta película "romanticona" no se aplica de manera alguna al esquema de "Cómo hacer una película de amor", quizas por ser un planteo de las nuevas generaciones que se estan animando a agarrar cámaras y luces. Se opone al cuento de hadas, apela al ya viejo amor posmoderno o quizas posterior. Podríamos considerarlo como un relato sincero de lo que los autores sienten que es el amor, que en realidad no es lo que vemos en las películas, sino otra cosa, otra cosa que tal vez no se pueda controlar tan facil con un ramo de rosas o una serenata. Y es eso, algo opuesto al control, ajeno a lo mensurable y por que no, imposible de explicar.