domingo, junio 12, 2005

nene cumbia

Cuando subí noté de inmediato su persona. La música de Galaxia sonaba, estaban pasando un tema de Caramelo y el locutor dijo -dulce dulce lo nuevo de Caramelo-. No tardó mucho en cobrarme, lo necesario para notar sus cadenas al cuello, sus gafas, el pelo largo, 4 botones desprendidos de la camisa y los 100kg que esta hacía notar. Me senté, manos en los bolsillos de la campera, y me dispuse a percibir esa energía poco contagiosa que este personaje inspiraba. Mi compañero de asiento con un brazo extendido y el otro flexionado uniendo puño con codo era una suerte de Superman cuando volaba en esas viejas películas con Christopher Reeve (qepd). Olor a inciensos por 10 pesos y camperas embarradas conformaban el paisaje, todo muy natural. El chofer aprovechaba los saltitos del bondi para menear su cabellera, ganas no parecían faltarle. Subía el 5to vendedor de tabletas de chocolate mientras la gente pateaba rengueando en la calle con la frente en alto. Cuando bajé el conductor le gritó a un tipo que cruzaba con la roja. De manera no muy amable.